Pergamino

Dos artistas pergaminenses transformaron chatarra militar en un símbolo de paz en Turquía

Julián Provenzano y Berna Calabia fueron los únicos representantes argentinos en la muestra internacional Valuable Scraps en Ankara. Convirtieron restos bélicos en una escultura monumental con un mensaje claro: el arte puede vencer a la guerra.

  • 29/05/2025 • 08:17
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Dos artistas argentinos transformaron chatarra militar en un símbolo de paz en Turquía

Ankara, Turquía. En el corazón de Medio Oriente, dos artistas argentinos dejaron una huella imborrable. Julián Provenzano y Berna Calabia, oriundos de Pergamino, concluyeron una monumental escultura de casi cuatro metros de altura como parte de su participación en la muestra internacional Valuable Scraps, un evento artístico sin precedentes que se lleva a cabo en la capital turca.

La propuesta de la exhibición es clara y profunda: intervenir restos de maquinaria militar en desuso para transformarlos en obras de arte. El objetivo es simbólico y urgente: reconvertir elementos diseñados para la destrucción en expresiones de esperanza y reconstrucción.

Provenzano, referente nacional en arte con materiales reciclados, fue seleccionado entre una veintena de artistas de todo el mundo. Su escultura, un león al que bautizó Aslan (nombre que en turco significa precisamente "león"), fue trabajada con metales rescatados del descarte bélico, ofreciendo una imagen de fortaleza serena y resiliencia.

Para esta creación, el artista convocó al muralista Berna Calabia, figura clave del arte urbano argentino. Juntos lograron una intervención que no sólo impacta por su tamaño y estética, sino también por el mensaje que emana: el poder del arte como herramienta de transformación social.

“Fue una experiencia tan poderosa como conmovedora”, expresó Provenzano. “Estábamos rodeados de materiales que alguna vez formaron parte de una estructura de guerra, y nuestro desafío fue darles nueva vida, una que hablara de paz, no de violencia”.

Desde TAPA DEL DÍA destacamos el valor simbólico de esta participación argentina en una escena internacional cargada de tensiones geopolíticas. La obra de Provenzano y Calabia no sólo representa a nuestro país, sino también a una generación de artistas que creen en la sustentabilidad, el compromiso social y la potencia comunicacional del arte.

Esta consagración en Ankara no es un hecho aislado, sino una nueva confirmación de la proyección global que viene construyendo Provenzano, quien ya ha participado en encuentros internacionales, siempre con una estética marcada por el reciclaje y un mensaje claro: se puede construir belleza desde los escombros.

La obra ya fue visitada por miles de personas y medios europeos destacaron la fuerza conceptual de Aslan. “El arte puede sanar lo que la guerra rompe”, tituló un medio local. No es casual: en un contexto mundial cargado de conflictos, la apuesta de estos artistas argentinos resuena como un grito necesario.

Diario Tapa Del Día