En una decisión que marcará la conectividad de Pergamino y la región durante la próxima década, el Gobierno nacional avanza en la definición de las futuras concesiones de dos arterias centrales: la ruta nacional Nº 188 y la Nº 8. Ambas forman parte del nuevo esquema de corredores viales que delega en empresas privadas la gestión, mantenimiento y operación de amplios tramos de la Red Federal de Caminos. Según confirmaron desde el Ministerio de Economía, la ruta Nº 188 integrará el “Tramo Portuario Sur”, desde San Nicolás hasta Realicó (La Pampa), mientras que la Nº 8 formará parte del “Tramo Puntano”, que conecta Pilar con Villa Mercedes (San Luis). Esta reorganización busca garantizar infraestructura moderna y reducir los riesgos de accidentes, una deuda pendiente tras años de parches y promesas incumplidas. Para Pergamino, la inclusión del tramo San Nicolás–Pergamino de la ruta 188 es clave: hasta ahora, su estado dependía de la supervisión directa de Vialidad Nacional, con resultados ampliamente cuestionados. De hecho, la presidenta del Concejo Deliberante, Gabriela Taruselli, recordó que “en 2022 se intentó mejorar el trazado, pero nada prosperó. Hoy la transitabilidad es crítica y urge una intervención seria”. El tránsito lo demuestra: en diciembre de 2024, el peaje de Junín –uno de los puntos fijos que permanecerá operativo– registró 119.325 pasadas. Los nuevos pliegos prevén sumar estaciones en J. A. de la Peña, Ameghino y Bernardo Larroudé. Todas funcionarán bajo el sistema Free Flow, un cobro automático sin barreras, con tarifa diferencial para quienes no tengan TelePase. No obstante, la idea de reinstalar un peaje en J. A. de la Peña encendió alarmas en la comunidad, que ya pidió su revisión ante Vialidad Nacional por el posible impacto en los vecinos que usan la ruta a diario. En la ruta Nº 8, la situación es similar: solo en diciembre pasado circularon más de 321.000 vehículos. Se mantienen los peajes existentes en Larena, Solís, Venado Tuerto y Sampacho, y se proyectan nuevas estaciones en Maguire, Hughes, Canals y Reducción. Los pliegos aseguran que ningún nuevo peaje podrá empezar a cobrar hasta que se cumplan las obras de puesta en valor y mantenimiento intensivo durante el primer año. Para la región, esta licitación representa una oportunidad histórica para revertir el deterioro de sus rutas más transitadas. Los reclamos de los vecinos apuntan a que cada peso de peaje se traduzca en rutas seguras y obras visibles. “El desafío, ahora, es que esas promesas pasen del papel a la ruta”, sentenció Taruselli. TAPA DEL DÍA