TAPA DEL DÍA - La economía familiar argentina enfrenta una etapa de alta fragilidad a pocos meses de las elecciones legislativas del 26 de octubre. Los datos recientes muestran que los ingresos de trabajadores registrados, empleados públicos y jubilados continúan por debajo de los niveles previos al inicio de la administración de Javier Milei, mientras la deuda y la morosidad alcanzan cifras históricas. Según la consultora Equilibra, los ingresos promedio se estancaron en febrero de 2025, ubicándose un 6% por debajo de los valores registrados a comienzos de la gestión actual. Para los especialistas, esta pérdida de poder adquisitivo genera un desencanto generalizado que podría traducirse en riesgos electorales para el Gobierno. El Observatorio de Tarifas y Subsidios IIEP (UBA-CONICET) reveló que la canasta de servicios públicos del AMBA aumentó 514% entre diciembre de 2023 y octubre de 2025, muy por encima del incremento del nivel general de precios (171%), lo que explica en gran parte la disminución del ingreso disponible para las familias. El endeudamiento también se disparó. La última encuesta de la consultora Moiger muestra que el 57% de los hogares contrajo algún tipo de deuda durante el tercer trimestre del año, principalmente para cubrir gastos corrientes o utilizar tarjetas de crédito. El crédito no bancario creció 4,1% en agosto y representa el 31% de un salario promedio, mientras que la deuda total, sumando préstamos bancarios, equivale a 1,3 meses de ingresos. El Banco Central informó que la morosidad alcanzó niveles récord: 6,7% en tarjetas de crédito y 8,2% en préstamos personales con atrasos superiores a 90 días, cifras inéditas en los últimos 15 años. En paralelo, el consumo masivo sigue débil. Según Scentia, en septiembre las ventas cayeron 3,7% respecto a agosto, aunque crecieron 4,4% frente al mismo mes de 2024 debido al bajo piso del año anterior. Las cadenas de supermercados y mayoristas registraron retrocesos, mientras que autoservicios independientes y canales digitales lograron leves mejoras, reflejando un cambio en los hábitos de consumo hacia compras más chicas y cercanas. Las perspectivas tampoco son alentadoras: la encuesta de tendencia de negocios del INDEC indica que el 68,4% de los supermercados y mayoristas espera que su situación comercial se mantenga sin cambios en el próximo trimestre, el 9,2% anticipa un empeoramiento y apenas el 22,4% cree que mejorará. El cuadro completo refleja una economía familiar bajo presión, con salarios estancados, deudas crecientes y consumo debilitado, un contexto que podría tener un impacto directo en la percepción ciudadana y en el voto de las legislativas. TAPA DEL DÍA - Redacción de Diario TAPA DEL DÍA. Opinión pública: muchos analistas advierten que la combinación de ingresos limitados, endeudamiento y morosidad podría generar descontento electoral, especialmente en los sectores más vulnerables y entre los jubilados.