En un operativo conjunto entre la Policía y la Inspección Municipal, las autoridades clausuraron este martes una distribuidora de pescado ubicada en la intersección de Ruiz Moreno y Eduardo Depietri. El local operaba sin habilitación comercial y almacenaba pescado fresco en cámaras frigoríficas, lo que representaba un grave riesgo para la salud pública. La distribuidora, que no contaba con los permisos correspondientes, almacenaba gran cantidad de pescado fresco en condiciones no reguladas. Las autoridades municipales, junto con la Policía, procedieron a labrar un acta de infracción y a dejar la mercadería bajo custodia. El pescado será posteriormente decomisado y destruido, tras la intervención del Juzgado de Faltas y la Dirección de Bromatología. Esta medida busca evitar que productos en condiciones inapropiadas lleguen a los consumidores, garantizando así la seguridad alimentaria en la ciudad. Fuentes oficiales confirmaron que la mercadería será retirada del galpón y puesta a disposición de las autoridades correspondientes para su destrucción. Este tipo de operaciones ilegales pone en peligro la salud de los habitantes, ya que no existe control sobre la procedencia ni las condiciones sanitarias del pescado. Intervención Judicial y Sanciones El Juzgado de Faltas será el encargado de decidir sobre el futuro de la distribuidora y de aplicar las sanciones correspondientes. La legislación vigente exige que todos los comercios relacionados con la venta de alimentos cuenten con la habilitación necesaria para operar, así como con un control sanitario riguroso para evitar enfermedades transmitidas por los alimentos. Este operativo resalta la importancia de la fiscalización y la regulación en el comercio de productos perecederos, especialmente aquellos que implican riesgos para la salud de la población. Foto de tapa: La Opinion San Pedo