Rafael Castillo, Buenos Aires – La mañana en Rafael Castillo comenzó con una noticia devastadora que ha dejado a todos los vecinos en shock. Una niña de tan solo tres años, llamada Luz, fue asesinada a golpes por su padrastro, quien se encuentra actualmente prófugo de la justicia. El calvario de la pequeña comenzó el miércoles, cuando su madre realizó una angustiante llamada al 911, pidiendo ayuda tras encontrar a su hija gravemente herida. "Se queda sin poder respirar, perdiendo la conciencia", expresó la madre entre sollozos. Las autoridades llegaron rápidamente al domicilio, ubicado en la calle Lavalleja al 5000, en el partido bonaerense de La Matanza. Sin embargo, el intento de salvar a la niña fue en vano. La pequeña Luz fue trasladada de urgencia al Hospital de González Catán, pero los médicos solo pudieron confirmar lo que todos temían: la niña ya había fallecido. El cuerpo presentaba señales claras de maltrato extremo: golpes en la cabeza, brazos, espalda y piernas. Fuentes cercanas a la investigación indicaron que las heridas fueron causadas por cables, palos y otros objetos contundentes. El nivel de brutalidad con el que fue atacada conmocionó a los profesionales médicos. Al momento de la llegada de la policía, el padrastro de la niña ya había escapado. Desde entonces, las autoridades no han logrado dar con su paradero, y se ha emitido una orden de captura tanto nacional como internacional. Se han realizado varios allanamientos en busca del sospechoso, pero su rastro se ha desvanecido. La investigación no solo apunta al padrastro, sino que también está centrada en la madre de la víctima, quien está siendo interrogada para determinar su conocimiento sobre los hechos y su posible complicidad. Mientras tanto, la otra hija de la mujer, de siete años, también presenta señales de abuso y está bajo resguardo en un entorno seguro. La comunidad de Rafael Castillo está devastada por lo sucedido. Vecinos exigen justicia a través de protestas y en las redes sociales, donde la consigna "Que no haya más Luz en la oscuridad del maltrato" se ha convertido en un grito de lucha. La búsqueda del padrastro continúa mientras la tragedia sigue sacudiendo a la ciudad.