Pergamino

Juzgan a un hombre acusado de abusar, encerrar y someter a servidumbre a una niña en barrio Kennedy

Un sujeto fue llevado a juicio por someter durante años a la hija de su expareja a abusos sexuales reiterados, privación ilegal de la libertad y maltrato, con la complicidad de sus hijas biológicas. El fiscal pidió 14 años de prisión en un caso que conmueve por su gravedad y duración.

  • 23/06/2025 • 08:40
Ilustrativa

Este jueves se celebró el juicio oral contra un hombre acusado de abusar sexualmente reiteradamente, reducir a la servidumbre y mantener en cautiverio a la hija de su expareja desde que tenía 11 años.

Según la acusación, el imputado, que ejercía la guarda de la niña tras la ausencia de su madre, sometió a la menor a un prolongado calvario de encierro y violencia física y psicológica en una vivienda del barrio Kennedy. Las hijas biológicas del acusado, hermanastras de la víctima, actuaron como cómplices en este sometimiento, obligándola a realizar tareas domésticas y participando en su encierro.

El fiscal Nelson Mastorchio solicitó una pena de 14 años de prisión, destacando la gravedad de los hechos y el impacto físico y emocional sufrido por la menor durante el periodo comprendido entre 2020 y 2023.

El imputado repetía a la niña frases de manipulación psicológica durante los abusos, mientras la mantenía encerrada bajo llave en la vivienda. La situación de cautiverio se extendió hasta que la víctima logró escapar y pedir ayuda, lo que desencadenó la denuncia y la intervención judicial.

En la audiencia, el fiscal presentó pruebas contundentes, como el testimonio de la víctima grabado en cámara Gesell, informes médicos que certificaron las lesiones, y peritajes psicológicos que reflejan el daño emocional profundo.

El Tribunal Oral en lo Criminal N° 1, compuesto por las juezas Marcela Santoro, Ignacio Utturry y Carlos Picco, será quien dicte sentencia el próximo lunes 30 de junio al mediodía en los tribunales locales.

TAPA DEL DÍA 

Reflexión: Este caso revela la necesidad imperiosa de fortalecer la protección a niñas y niños en situación de riesgo, y destaca la responsabilidad social y judicial para garantizar que el sufrimiento de la víctima no quede impune. La lucha contra estos delitos requiere compromiso de toda la sociedad.