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Retenciones: el alivio fiscal costará 0,2% del PBI pero el impacto productivo será limitado

Un análisis privado advierte que la reducción en derechos de exportación implica un esfuerzo fiscal significativo para el Estado, aunque su efecto sobre la producción agropecuaria será acotado.

  • 28/07/2025 • 07:38

TAPA DEL DÍA

El Gobierno nacional confirmó una baja parcial en los derechos de exportación para seis complejos productivos clave: carne, maíz, sorgo, girasol, soja y sus derivados. La reducción alcanza el 25% en carne y girasol, y el 20% en los restantes sectores, con el compromiso oficial de avanzar hacia la eliminación total de las retenciones cuando la situación fiscal lo permita.

Un informe elaborado por el Instituto para el Desarrollo Social Argentino (IDESA) pone en foco que, a pesar de que las retenciones son un impuesto distorsivo que afecta la competitividad y desalienta la producción, la baja anunciada tendrá un efecto limitado sobre la actividad agropecuaria. Según el análisis, entre los tres niveles del Estado –nacional, provincial y municipal– los impuestos que impactan negativamente en el sector representan un 7,4% del Producto Bruto Interno (PBI).

IDESA recuerda que a comienzos de este siglo la Argentina producía una cantidad de granos similar a la de Brasil, país que no aplica retenciones agroexportadoras, y que actualmente la producción nacional es menos de la mitad. Además, el informe detalla que la presión tributaria consolidada supera el 28% del PBI, donde los derechos de exportación aportan cerca del 1% y otros impuestos distorsivos suman más de 6 puntos adicionales.

En términos fiscales, el costo de la reducción en retenciones rondaría el 0,2% del PBI, un monto equivalente a dos tercios del superávit financiero actual, lo que implica un esfuerzo presupuestario considerable. Sin embargo, expertos como Nadin Argañaraz, presidente del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), sostienen que si la baja logra impulsar un aumento de producción cercano al 20%, el impacto fiscal podría neutralizarse por la ampliación de la base imponible.

Este punto resulta relevante en un contexto donde, según CREA, la superficie sembrada con soja mostró una caída del 11,3% respecto al ciclo previo, reflejando desafíos productivos para el sector.

Finalmente, el economista David Miazzo estimó que el costo fiscal de la rebaja temporal hasta junio fue cercano a los 1.000 millones de dólares, y que el monto podría extenderse entre 500 y 600 millones adicionales durante lo que resta del año, sin considerar los efectos dinámicos derivados de una eventual mayor producción y exportación.

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Opinión: La medida representa un gesto político de alivio al sector agroexportador, aunque su impacto real en la producción podría ser limitado frente a la magnitud del costo fiscal. La clave estará en el desarrollo de políticas complementarias que potencien la inversión y mitiguen los efectos de otros impuestos distorsivos, para no depender exclusivamente de las retenciones como herramienta de política económica.

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