PARÍS. El Museo del Louvre reabrió este miércoles sus puertas luego de tres días de cierre, uno de ellos por asueto habitual, tras el sorprendente robo de valiosas joyas de la corona francesa. Por el momento, la Sala Apolo, lugar donde se cometió el hurto, seguirá vedada al público, según informó la dirección del museo. Cientos de visitantes hacían fila frente al emblemático recinto parisino mientras se retiraban las barreras para poder admirar otras obras maestras, como la Venus de Milo y la Victoria Alada de Samotracia. Durante el cierre, decenas de forenses y policías se desplegaron en el lugar para investigar el millonario robo que causó conmoción internacional. El hurto ocurrió a menos de 250 metros de la Mona Lisa el pasado fin de semana. Según las autoridades, los ladrones permanecieron menos de siete minutos dentro del museo. Utilizando un montacargas llevado hasta la fachada que da al río Sena, forzaron una ventana, rompieron dos vitrinas y huyeron en motocicletas hacia el centro de París. “Fallamos”, reconoció el ministro de Justicia de Francia, Gérald Darmanin, al referirse al robo, y destacó que la facilidad con que los delincuentes colocaron el montacargas proyecta una “imagen muy negativa” del país. El botín incluye ocho piezas de incalculable valor histórico: una diadema de zafiros, un collar y un pendiente vinculados a las reinas del siglo XIX Marie-Amélie y Hortense; un conjunto de esmeraldas perteneciente a la emperatriz Marie-Louise; un broche relicario; y la diadema de diamantes de la emperatriz Eugenia junto a su gran broche en forma de lazo. Además, la corona imperial de esmeraldas de Eugenia, con más de 1300 diamantes, fue recuperada posteriormente, aunque sufrió daños. Todo lo sustraído está valorado en aproximadamente 88 millones de euros (102 millones de dólares), sin considerar su relevancia histórica. Cuatro personas han sido identificadas por su participación, pero aún no se registran detenciones, según la fiscal Laure Beccuau. El presidente Emmanuel Macron ordenó reforzar la seguridad del Louvre, mientras que la dirección del museo defendió la calidad de las vitrinas instaladas en 2019, destacando su avance respecto a los antiguos sistemas de seguridad. El robo reavivó el debate sobre la seguridad en los museos franceses y coincidió con una reforma de vigilancia anunciada este año, que incluye un nuevo puesto de mando y la instalación de una red de cámaras. La sobrecarga de visitantes y el personal insuficiente también fueron señalados como factores que complican la protección de las colecciones. La presidenta del museo, Laurence des Cars, compareció ante la Comisión de Cultura del Senado para brindar explicaciones sobre el incidente y las medidas de prevención futuras. TAPA DEL DÍA Opinión pública: Expertos en seguridad museística advierten que este robo pone en evidencia la necesidad de revisar protocolos de vigilancia y controlar los flujos masivos de visitantes, un desafío creciente para los museos más importantes del mundo.