TAPA DEL DÍA – En un clima de reposicionamiento interno y con la mirada puesta en el debate legislativo que se avecina, el peronismo nacional dio un paso clave en su intento por ordenar sus líneas internas y fijar una estrategia sólida frente al paquete de reformas que impulsa el Gobierno. La cumbre, que comenzó a última hora de la tarde y se extendió hasta la noche, reunió a dirigentes de peso dispuestos a revisar los errores electorales recientes y a proyectar un plan de acción sostenido. Según confiaron fuentes de primera línea del justicialismo a este medio, el objetivo inmediato es “dejar atrás la fragmentación” y comenzar a delinear una plataforma concreta para volver a ser competitivos en 2027. En ese marco, surgieron planteos vinculados a la posibilidad de definir candidaturas mediante una PASO, aunque el consenso general es que “sin un programa claro, no hay nombres posibles”. Sin embargo, el eje central del encuentro giró sobre la agenda parlamentaria. Ante el avance oficial en materia de reforma laboral y privatizaciones, el PJ busca presentarse en el Congreso con un borrador propio que marque diferencias notorias, pero sin rehuir el debate sobre empleo y productividad. Dirigentes consultados plantearon que la problemática laboral es real y reconocida dentro del espacio, aunque discrepan profundamente con las soluciones planteadas por el Gobierno. En este sentido, el diputado Guillermo Michel detalló que el peronismo trabaja en una reforma impositiva “moderna, simplificada y progresiva”, dividida en tres etapas: un esquema unificado para impuestos al consumo e ingresos; una revisión del costo tributario laboral; y la armonización con los sistemas provinciales. También se debatió el futuro del monotributo, advirtiendo que su eliminación podría empujar al sector hacia la informalidad. Dentro del Congreso, la bancada de Unión por la Patria ya inició la recopilación de iniciativas laborales presentadas en años anteriores. Aunque esperan conocer el texto final del Ejecutivo, la postura de base es de rechazo a la propuesta oficial y no descartan presentar una alternativa integral. Legisladores del espacio remarcaron que si bien casi la mitad de los trabajadores está fuera del sistema formal, “la solución no es quitarle derechos a quienes sí están protegidos”, sino ampliar la cobertura. El planteo de fondo del justicialismo apunta a defender los derechos laborales como un pilar estructural. Niegan que esos derechos sean la causa del desempleo o la falta de competitividad, y señalan que el verdadero cuello de botella es la falta de incentivos económicos para la producción y la inversión. “No hay que nivelar hacia abajo”, insistieron. La discusión, aún abierta, se encamina a marcar un nuevo orden interno dentro del peronismo, que busca mostrarse cohesionado y con propuestas frente a una agenda de reformas que promete tensiones en el Congreso. La reconstrucción hacia 2027 será, según coinciden sus dirigentes, un proceso que demandará planificación, un mensaje claro y una identidad que recupere volumen político en todo el país. Opinión pública: La intensificación de la discusión legislativa podría configurar uno de los debates más influyentes de los últimos años. La respuesta del peronismo marcará no solo su futuro electoral, sino también la profundidad del rumbo económico y laboral que tomará la Argentina en los próximos meses. TAPA DEL DÍA – Para más información visite www.tapadeldia.com.