La fiesta de egresados de la Escuela Secundaria N° 19 de Pergamino, que debía ser un momento de celebración y cierre de una etapa clave en la vida de los estudiantes, se vio atravesada por una situación angustiante que generó enojo, preocupación y denuncias formales. Padres y alumnos aseguran haber sido víctimas de una estafa por parte de un proveedor local que nunca entregó las bebidas contratadas para el evento. Según relataron las familias, durante meses los egresados realizaron distintas actividades para recaudar fondos con el objetivo de cubrir los gastos de la tradicional fiesta, que finalmente se llevó a cabo el sábado pasado en las instalaciones del Club Centenario. Entre esos gastos se encontraba la compra anticipada de las bebidas destinadas a la barra de tragos, un servicio que había sido acordado y abonado con antelación. Sin embargo, el día del evento, las bebidas nunca llegaron. El proveedor, domiciliado en Pergamino, dejó de responder los llamados y mensajes, lo que encendió rápidamente las alarmas entre los organizadores. La situación generó momentos de tensión y desesperación, ya que el faltante se detectó a pocas horas del inicio de la fiesta. Ante este escenario, los padres se vieron obligados a realizar una compra de urgencia en otro distribuidor para poder garantizar que el evento se desarrollara con normalidad y no perjudicar aún más a los egresados, quienes ya estaban atravesando un momento de enorme estrés. Esa decisión implicó un nuevo desembolso económico que no estaba previsto y que profundizó el malestar. Desde las familias aclararon que tanto el Club Centenario como el servicio gastronómico contratado no tienen ningún tipo de responsabilidad en lo ocurrido. La operatoria vinculada a la compra de las bebidas fue completamente externa y ajena a la organización del lugar donde se realizó la fiesta. En las horas posteriores al evento, los damnificados realizaron las denuncias correspondientes y comenzaron a difundir el caso para evitar que otras instituciones o grupos de egresados pasen por una situación similar. Hasta el momento, aseguran que el dinero abonado no fue devuelto y que el presunto estafador no brindó explicaciones formales. “Fue un golpe muy duro, no solo por lo económico sino por todo lo que representa para los chicos. Son meses de trabajo, de vender rifas, de organizar eventos, de pedir ayuda a la familia. Nadie puede devolverles la angustia de ese momento”, expresó uno de los padres involucrados. El caso generó un fuerte impacto en la comunidad educativa y volvió a poner en discusión la necesidad de extremar recaudos al momento de contratar proveedores para eventos escolares. Las familias esperan ahora una pronta respuesta judicial y la restitución del dinero, al tiempo que piden que la situación no quede impune. TAPA DEL DÍA
