El Senado se encamina a una sesi&oacute;n decisiva este viernes, donde el oficialismo buscar&aacute; convertir en ley el Presupuesto 2026, una de las apuestas centrales del Gobierno de Javier Milei. Sin embargo, el debate llega atravesado por fuertes objeciones de la oposici&oacute;n, que ya anticip&oacute; su intenci&oacute;n de modificar o directamente eliminar art&iacute;culos considerados sensibles, especialmente en materia de educaci&oacute;n, ciencia, defensa y universidades. El eje del conflicto est&aacute; puesto en el art&iacute;culo 30 del proyecto, que propone eliminar los pisos m&iacute;nimos de financiamiento actualmente vigentes para &aacute;reas estrat&eacute;gicas del Estado. De aprobarse este punto, dejar&iacute;an de ser obligatorios porcentajes hist&oacute;ricos como el 6% del PBI destinado al sistema educativo, el 1% para ciencia y tecnolog&iacute;a, el 0,2% para educaci&oacute;n t&eacute;cnica y el 0,8% del gasto presupuestario para el Fondo Nacional de la Defensa (Fondef). <p style="text-align: center;"> <p style="text-align: center;">El art&iacute;culo 30 del Presupuesto 2026, que busca eliminar la oposici&oacute;n En t&eacute;rminos concretos, el texto impulsado por el Ejecutivo busca derogar normas clave como el art&iacute;culo 9 de la Ley de Educaci&oacute;n Nacional, varios art&iacute;culos de la ley de financiamiento cient&iacute;fico-tecnol&oacute;gico, disposiciones de la educaci&oacute;n t&eacute;cnico-profesional y el esquema legal que garantiza recursos m&iacute;nimos para el reequipamiento de las Fuerzas Armadas. Para la oposici&oacute;n dialoguista y el peronismo, se trata de un retroceso que deja estas pol&iacute;ticas libradas a la discrecionalidad del Poder Ejecutivo. Este punto concentra la mayor resistencia pol&iacute;tica y podr&iacute;a definir el desenlace de la sesi&oacute;n. En el oficialismo reconocen que la votaci&oacute;n del art&iacute;culo 30 ser&aacute; ajustada y que la presencia o ausencia de algunos senadores provinciales ser&aacute; determinante. Incluso, fuentes parlamentarias admiten que una eventual derrota en este punto podr&iacute;a poner en riesgo la sanci&oacute;n integral del Presupuesto, lo que abre la puerta a negociaciones de &uacute;ltimo momento. Otro foco de conflicto es el art&iacute;culo 12, que condiciona el financiamiento de las universidades nacionales al cumplimiento de requisitos de informaci&oacute;n ante la Subsecretar&iacute;a de Pol&iacute;ticas Universitarias del Ministerio de Capital Humano. La norma habilita al Ejecutivo a interrumpir transferencias si considera que la informaci&oacute;n no fue enviada en tiempo y forma, una cl&aacute;usula que gener&oacute; alarma incluso entre aliados del oficialismo. Desde la oposici&oacute;n advierten que esta redacci&oacute;n afecta la autonom&iacute;a universitaria, al supeditar el flujo de fondos a una evaluaci&oacute;n administrativa del Poder Ejecutivo. &ldquo;Si un funcionario decide que la informaci&oacute;n no es suficiente, se cortan los recursos. Es una herramienta de presi&oacute;n demasiado fuerte&rdquo;, reconoci&oacute; un senador que analiza votar contra ese art&iacute;culo. <p style="text-align: center;"> <p style="text-align: center;">La parte normativa del art&iacute;culo 12, que establece nuevos controles al gasto presupuestario de los universitarios El debate se da en un contexto pol&iacute;tico delicado para el Gobierno, que viene de ceder en Diputados al excluir del texto el cap&iacute;tulo que derogaba leyes vinculadas a discapacidad y financiamiento universitario. No obstante, en el oficialismo no descartan que, si el Senado introduce cambios sustanciales, el proyecto deba volver a la C&aacute;mara baja en segunda revisi&oacute;n. M&aacute;s all&aacute; de los art&iacute;culos en disputa, el resto del Presupuesto no genera mayores sobresaltos. El proyecto prev&eacute; un crecimiento econ&oacute;mico del 5% del PBI, una inflaci&oacute;n anual del 10,1% y un tipo de cambio estimado en 1.423 pesos para diciembre de 2026. Para la aprobaci&oacute;n en general, La Libertad Avanza y sus aliados aseguran contar con m&aacute;s de 45 votos, aunque persisten dudas sobre la suerte de los art&iacute;culos cuestionados. El peronismo llegar&aacute; dividido a la sesi&oacute;n. Mientras los senadores cercanos a gobernadores dialoguistas muestran disposici&oacute;n a aprobar el Presupuesto en general, el sector alineado con Cristina Fern&aacute;ndez de Kirchner anticipa un rechazo firme a cualquier iniciativa que implique recortes en educaci&oacute;n, ciencia y pol&iacute;ticas sociales. En ese escenario, cada voto cuenta. Para el Gobierno, la sesi&oacute;n ser&aacute; una prueba pol&iacute;tica clave para ratificar su programa econ&oacute;mico. Para la oposici&oacute;n, una oportunidad de marcar l&iacute;mites. El resultado no solo definir&aacute; el Presupuesto 2026, sino tambi&eacute;n el equilibrio de poder en el Congreso de cara al a&ntilde;o pr&oacute;ximo. Opini&oacute;n p&uacute;blica M&aacute;s all&aacute; del resultado legislativo, el debate deja una se&ntilde;al clara: el ajuste sobre &aacute;reas sensibles como educaci&oacute;n y ciencia no es un tema cerrado, ni siquiera entre sectores que acompa&ntilde;an al Gobierno. La discusi&oacute;n del Presupuesto 2026 expone que, aun en un contexto de disciplina fiscal, existen consensos sociales que el Congreso dif&iacute;cilmente est&eacute; dispuesto a resignar sin costo pol&iacute;tico. TAPA DEL D&Iacute;A