TAPA DEL DÍA: El detrás de escena de la salida del cepo cambiario El viernes fue un día de máxima tensión e intensidad en la Casa Rosada. Desde temprano, la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, puso en marcha un operativo de máxima discreción. A través de mensajes de WhatsApp, convocó a los ministros a estar presentes entre las 17 y 17:30, sin revelarles el verdadero motivo de la cita: la salida del cepo con bandas cambiarias entre $1000 y $1400. Solo un puñado de funcionarios sabía lo que se iba a anunciar. A los demás se les dijo que sería una foto institucional por la aprobación del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que aportará US$20.000 millones. Pero en realidad, se preparaba un anuncio fuerte, cuyo contenido apenas conocían tres personas. TAPA DEL DÍA: Los planes cambiaron sobre la marcha. Se descartó una comunicación vía Zoom con el FMI y se optó por una puesta en escena clásica: Luis Caputo al frente, con el respaldo institucional del presidente del Banco Central, Santiago Bausilli. Hubo tensiones logísticas. El equipo de Comunicación subió una mesa negra al escenario, pero luego la retiraron para dejar solo dos atriles. Periodistas que vieron parte del montaje fueron apartados: “Perdón, pero no pueden ver esto”, dijeron los organizadores. Mientras tanto, en el salón Eva Perón, Javier Milei seguía el minuto a minuto. Compartía café, chipá, tortas y empanadas con sus ministros. Desde allí, subió una foto a X (ex Twitter) junto a su equipo, donde se notaban anotaciones escritas de su puño y letra. Durante la conferencia, Caputo recibió un papel con la palabra “Leo” escrita en grande, en reconocimiento a Leonardo Madcur, el negociador argentino ante el FMI. Más tarde, funcionarios admitieron ante la prensa: “Nunca estuvo pensado que salgamos del cepo en agosto”. TAPA DEL DÍA: El mensaje grabado por Milei fue registrado entre las 20:30 y 21:30 y salió al aire a las 22:30. Fue definido por un ministro como “una bajada directa a la gente del anuncio”. Pese a los rumores, no hubo brindis. Los ministros se retiraron antes de las 22 y los salones de Balcarce 50 quedaron vacíos. El despacho de Santiago Caputo fue el último en tener movimiento, donde su entorno repetía: “Va a ser un día largo”. Lo fue. Pero también fue un día clave en la estrategia económica y política del Gobierno.