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El peronismo tras la tregua por CFK: Axel Kicillof se impone para armar las listas y la interna se reaviva

Tras la pausa en apoyo a Cristina Kirchner, la interna del peronismo bonaerense se profundiza. Mientras La Cámpora y el Frente Renovador avanzan en un acuerdo parcial, Axel Kicillof asegura que las listas provinciales serán definidas bajo su liderazgo, abriendo un escenario de tensión a semanas del cierre de alianzas.

  • 22/06/2025 • 09:32

Luego de la tregua política que unió al peronismo en apoyo a Cristina Fernández de Kirchner tras su condena y detención domiciliaria, las tensiones internas vuelven a marcar el ritmo en el espacio.

En las últimas semanas, La Cámpora y el Frente Renovador lograron un principio de acuerdo para comenzar a delinear la estrategia electoral hacia los comicios provinciales del 7 de septiembre, sin embargo, el gobernador Axel Kicillof aún no fue convocado formalmente a esas negociaciones.

Desde el entorno del mandatario bonaerense aseguran con firmeza: “Las listas las va a armar el gobernador”, en clara señal de su intención de comandar el armado electoral en la provincia de Buenos Aires. Este posicionamiento refleja el conflicto que enfrenta al kirchnerismo con el massismo y el espacio de Kicillof, donde las voluntades parecen irreconciliables.

En tanto, el massismo junto al kirchnerismo anuncian una próxima convocatoria para sumar a otras fuerzas aliadas, buscando conformar un frente común que, de concretarse, podría denominarse “Peronismo”. Sin embargo, la fecha límite para la presentación de alianzas –el 9 de julio– acentúa la presión para definir posiciones.

La interna peronista está marcada por tres posibles escenarios: desde una unidad con Cristina Kirchner como referente indiscutida, hasta listas separadas que profundicen la división entre los sectores, o un liderazgo absoluto de La Cámpora que podría provocar una ruptura con intendentes afines a Kicillof.

“Tenemos dos visiones contrapuestas y nadie está dispuesto a ceder la conducción”, reconocen desde ambos lados. La disputa por el control del partido en la provincia se traduce en un clima de ruptura que podría impactar decisivamente en la fortaleza electoral del peronismo en los próximos meses.

El plazo apremia y la negociación se presenta tensa: “Si no lo resolvemos ahora, se resolverá en la elección”, admiten voces cercanas a la conducción bonaerense. Mientras tanto, la pulseada entre Kicillof y Cristina Kirchner marca la agenda política del peronismo.

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Opinión pública

En opinión de analistas políticos, esta fractura interna puede debilitar la imagen del peronismo ante el electorado, especialmente en un contexto donde emergen fuerzas alternativas con fuerte respaldo popular. La disputa por el control partidario, más allá de ser legítima, expone al oficialismo a riesgos electorales que podrían beneficiar a sectores externos. La resolución del conflicto será clave para la definición del mapa político bonaerense.