Después de varias semanas de relativa estabilidad, en los supermercados y cadenas de distribución ya comenzaron a recibir llamados de proveedores anticipando un nuevo escenario: los aumentos están de regreso. Las principales empresas de alimentos y productos de higiene anunciaron que enviarán en los próximos días nuevas listas con subas promedio del 5%, aunque en algunos casos alcanzan hasta el 9%. La noticia fue confirmada por fuentes del sector mayorista y minorista, que advirtieron sobre un cambio de tendencia después de una tregua de casi cuatro meses. “Hay grandes empresas que ya nos avisaron que en los próximos días van a estar mandando las listas con aumentos que van entre 4% y 5%”, explicó una fuente de una cadena nacional de supermercados. La causa que explica esta nueva oleada de remarcaciones es, sin dudas, la reciente suba del dólar. Durante julio, la cotización de la divisa estadounidense acumuló un incremento del 13%, un movimiento que impacta en los costos de reposición y en las estructuras de precios de las empresas, sobre todo aquellas con insumos importados o atadas a precios internacionales. Un distribuidor líder del rubro alimentos detalló: “Me llegó la nueva lista de una empresa importante con aumentos del 5% al 9% en pastas, harinas y congelados. En yerba, arroz y café por ahora no hubo novedades, pero es probable que sigan en breve”. Desde otras cadenas aclararon que aún no recibieron listas con aumentos por fuera de los que ya estaban calendarizados, es decir, previstos desde hace tres o cuatro meses. Sin embargo, reconocen que los monitoreos semanales ya muestran una suba progresiva desde mediados de julio. Por ahora, el Gobierno se aferra al dato positivo de que las subas de precios serían inferiores al salto del dólar y que el impacto no se reflejaría en el índice oficial de inflación de julio. Según estimaciones privadas, el IPC de ese mes se mantendría por debajo del 2% y recién en agosto se vería el efecto completo de esta nueva dinámica de precios. En paralelo, el Banco Central resolvió en las últimas horas aumentar los encajes bancarios para absorber pesos y contener la presión cambiaria, una medida que busca evitar una mayor traslación de la suba del dólar a los precios. En definitiva, se reabre un frente sensible en el consumo masivo, con las góndolas como primera línea de impacto. Y aunque el traslado no es inmediato ni generalizado, los próximos días marcarán si este movimiento se consolida o queda limitado a ajustes puntuales. TAPA DEL DÍA