TAPA DEL DÍA  La histórica planta láctea La Suipachense, con más de 75 años de trayectoria, atraviesa una de sus peores crisis desde su fundación, enfrentando serios riesgos de cierre. La compañía, fundada el 9 de junio de 1947 por productores locales con espíritu cooperativista, se consolidó como referente en la producción de leche y derivados, destacándose por su calidad y excelencia. En las últimas décadas, La Suipachense se asoció con Lácteos Conosur S.A. para expandir su alcance regional e internacional. La planta llegó a procesar hasta 250.000 litros de leche diarios, cifra que hoy cayó a apenas 40.000 litros, evidenciando una caída significativa de la producción. Actualmente, los atrasos salariales y las deudas millonarias llevaron a que 140 empleados, respaldados por ATILRA, asumieran la administración de la planta en Suipacha. La medida busca garantizar la continuidad del funcionamiento básico y el pago de sueldos mientras se espera la llegada de un inversor que aporte capital urgente. La crisis financiera es profunda: la planta requiere aproximadamente $3.000 millones mensuales para operar, mientras que los ingresos actuales rondan los $500 millones. La caída de la producción también afectó a los tamberos locales: de los 180 que suministraban leche, solo 40 permanecen activos. El impacto de la situación trasciende la planta y se extiende a toda la localidad de Suipacha, de poco más de 12.000 habitantes. Comercios y proveedores restringieron el crédito ante las deudas acumuladas, mientras crece la preocupación por un posible cierre definitivo. Desde el gremio ATILRA advirtieron que “para el pueblo, el cierre sería un golpe durísimo”. Los trabajadores sostienen que el conflicto es una bomba de tiempo, y temen que en las próximas dos semanas la producción se detenga por completo, poniendo en riesgo la continuidad de la empresa. TAPA DEL DÍA  Opinión pública: La situación de La Suipachense refleja un conflicto estructural en la industria láctea argentina, donde la falta de inversión y la presión financiera sobre plantas históricas puede poner en riesgo no solo la producción, sino también el tejido económico de comunidades enteras como Suipacha. TAPA DEL DÍA