TAPA DEL DÍA Más de la mitad de los argentinos se reconoce como perteneciente a la clase baja o media baja, según un reciente estudio de la consultora Zentrix que revela un panorama social marcado por la preocupación económica y el escepticismo hacia las políticas públicas. El relevamiento indicó que el 40,5% de los encuestados considera mala o muy mala su situación económica personal, aunque este indicador mostró una leve mejora de 2,1 puntos porcentuales en comparación con julio. Sin embargo, la percepción colectiva sobre el país se profundiza: el 64% evaluó la situación nacional como mala o muy mala, reflejando un aumento de 11,2 puntos en apenas un mes. Las diferencias políticas también condicionan la visión del contexto. Entre quienes votaron a Javier Milei, el 34,2% califica negativamente la coyuntura nacional, mientras que entre los seguidores de Sergio Massa la desaprobación es casi unánime. El estudio también destacó el creciente descreimiento en torno a las estadísticas oficiales: el 67,4% de los participantes aseguró que los datos del INDEC no reflejan el verdadero aumento del costo de vida, cifra que subió 10,7 puntos respecto a julio y evidencia la brecha entre las cifras oficiales y la experiencia cotidiana de los ciudadanos. En cuanto a las preocupaciones más acuciantes, el 28,5% mencionó la situación económica y la inflación, seguido por la corrupción (22,3%), el desempleo (16%) y la inseguridad (12,6%). La segmentación política traza nuevamente diferencias: para los votantes de Milei, la corrupción lidera las inquietudes, mientras que para los de Massa la economía y el empleo son la prioridad. Finalmente, la encuesta consultó sobre quiénes resultan más beneficiados por las políticas del Gobierno. El 67,8% sostuvo que la clase alta es la principal favorecida por las medidas económicas y sociales, consolidando la percepción de desigualdad en el país. El estudio refleja un clima social donde la desconfianza hacia las estadísticas oficiales y las políticas públicas se combina con una percepción mayoritaria de precariedad y desigualdad. La información muestra que, mientras se registran leves mejoras personales, la visión del país continúa deteriorándose, lo que podría tener implicancias directas en la confianza ciudadana y la participación política. TAPA DEL DÍA