TAPA DEL DÍA Javier Milei enfrenta hoy un desafío electoral clave que marcará el futuro inmediato de su plan de gobierno, en un escenario de máxima tensión frente a Axel Kicillof, quien desdobló el calendario bonaerense para disputar protagonismo político y validar su proyecto presidencial 2027. La elección de diputados, senadores provinciales, concejales y consejeros escolares se transformó en un test de fuerza para ambos sectores y una oportunidad para medir la eficacia de sus estructuras partidarias. Las últimas encuestas arrojaron conclusiones dispares. Mientras Milei habló de “empate técnico” en el acto de cierre en Moreno, en La Plata se percibía un moderado optimismo entre los equipos de Kicillof. La variable central será la participación electoral, históricamente en descenso, que podría inclinar la balanza a favor del aparato del PJ o del renovado empuje de La Libertad Avanza. El resultado tendrá repercusiones nacionales: para Kicillof, consolidar su proyecto de independencia dentro del peronismo frente a la ex presidenta Cristina Kirchner; para Milei, validar su programa fiscal y su estrategia de cara a octubre, en un contexto marcado por escándalos internos, volatilidad cambiaria y caída de la actividad económica. El Presidente afronta la elección en su momento de mayor debilidad, golpeado por la difusión de los audios de Diego Spagnuolo y por una serie de derrotas legislativas que dejaron al descubierto la fragilidad de su gestión. Por su parte, Kicillof apuesta a su plan 2027, rodeado de intendentes y dirigentes clave, mientras la relación con La Cámpora se mantiene tensa, y un triunfo podría envalentonarlo para proyectarse en la arena nacional. En el conurbano, donde el kirchnerismo concentra su votación, y en distritos del interior y la Primera sección, donde Milei y aliados buscan consolidar terreno, se anticipa un escenario de paridad. La nacionalización de la elección y el clima de alta tensión política y social, que incluyó enfrentamientos verbales y de movilización callejera, transforman la jornada en un verdadero plebiscito sobre la gestión de ambos sectores. El “día después” podría redefinir la estrategia del Gobierno y del kirchnerismo: un buen resultado le daría oxigenación a Milei y consolidaría su rumbo hacia octubre; una derrota significativa podría desatar ajustes internos y recalentar la interna del peronismo, poniendo en jaque el plan presidencial de Kicillof. La participación y los resultados de hoy definirán si la política bonaerense logra un equilibrio o entra en un nuevo ciclo de confrontación. Opinión pública: Analistas coinciden en que los resultados de esta elección serán interpretados como un termómetro nacional. Una victoria ajustada podría darle aire al Gobierno, mientras que una diferencia mayor a cinco puntos favorecería la narrativa de fragilidad del oficialismo y tensionaría aún más el escenario hacia octubre. TAPA DEL DÍA