Cristina Fernández de Kirchner volvió a irrumpir en la agenda política con un mensaje que combinó elogio, ironía y crítica. La exvicepresidenta recibió en su departamento de la calle San José 1111 al reconocido cantautor cubano Silvio Rodríguez, a quien calificó como un “genial poeta y militante de las causas justas”. Pero el gesto que más repercusión generó fue su sutil burla al show musical que Javier Milei ofreció días atrás en el Movistar Arena. “Silvio Rodríguez no requiere demasiada presentación: genial cantautor y poeta cubano y militante comprometido con las causas justas en todo el mundo. Sus canciones nos marcaron a fuego como generación y siguen deslumbrando por su belleza”, escribió Cristina Kirchner, acompañando sus palabras con una foto junto al músico y la flautista Niurka González. En el mismo mensaje, la expresidenta difundió el próximo recital de Rodríguez, que se realizará este fin de semana en el Movistar Arena, el mismo escenario donde el Presidente Javier Milei presentó su libro y protagonizó un espectáculo musical junto a su banda. Y fue ahí donde Cristina dejó una frase que encendió la polémica: “Tal vez no lo sepa nunca, pero mañana va a realizar un auténtico acto de desagravio a la música, al buen gusto… y a los oídos de millones de argentinos”. El comentario fue interpretado como una crítica directa al despliegue de Milei en el estadio porteño, donde interpretó temas de Charly García, Los Ratones Paranoicos, Attaque 77, Nino Bravo y otros artistas, en un show que combinó política, rock y épica libertaria. El evento contó con la presencia de funcionarios y legisladores de La Libertad Avanza, además de militantes que corearon consignas contra la exmandataria. La publicación de Cristina llega pocos días después del anuncio del Tesoro de Estados Unidos sobre el swap por 20 mil millones de dólares y la compra de pesos argentinos, medidas que el Gobierno celebró como un espaldarazo económico. Sin embargo, la líder del kirchnerismo optó por el silencio en ese terreno, concentrándose en un mensaje más cultural que político, aunque con evidente trasfondo simbólico. Desde distintos sectores reaccionaron a la ironía de la exvicepresidenta. Algunos dirigentes del oficialismo consideraron que su comentario fue “un gesto de oportunismo mediático”, mientras que simpatizantes kirchneristas celebraron la “fina elegancia” de su respuesta. En redes sociales, las frases “Silvio Rodríguez”, “Cristina” y “Milei” se convirtieron en tendencia en cuestión de minutos. El contraste entre ambos espectáculos —el de Milei y el de Rodríguez— volvió a poner sobre la mesa las diferencias estéticas e ideológicas que dividen a la sociedad argentina. Mientras el Presidente defiende su estilo provocador y rockero como una forma de comunicación directa con sus seguidores, Cristina Kirchner apuesta al peso simbólico de la cultura popular latinoamericana y a figuras con fuerte contenido político. En un contexto donde la política se entrelaza con el espectáculo, la frase de Cristina Kirchner —“acto de desagravio al buen gusto”— resonó con fuerza en un país donde el debate público parece moverse cada vez más entre la ironía, la cultura y la polarización. TAPA DEL DÍA Opinión pública: La escena muestra una vez más cómo el arte y la política funcionan como espejos de las tensiones del país. Lo que para algunos es un mensaje cultural, para otros es una provocación. Pero en ambos casos, revela un punto central: la batalla por el relato sigue siendo, también, una batalla por el gusto.