TAPA DEL DÍA La yerba mate argentina atraviesa un momento de fuerte dinamismo, con una recuperación del consumo interno, un robusto avance exportador y un debate abierto por los cambios normativos que afectan al Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM). Analistas de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) sostienen que el escenario actual presenta “buenas perspectivas” tanto para el mercado doméstico como para la inserción internacional del producto. De acuerdo con el informe elaborado por Francisco Cuello Rosso, Guido D’Angelo, Emilce Terré y Julio Calzada, el consumo interno creció un 7% entre enero y septiembre de 2025, revirtiendo parcialmente la caída del año anterior y ubicándose nuevamente en niveles históricos. Con un promedio cercano a los seis kilos por persona al año, la yerba mate sigue siendo una de las infusiones de mayor arraigo en Argentina, Paraguay, Uruguay y Brasil. El documento también destaca que la cadena productiva yerbatera es una de las principales economías regionales del noreste argentino, altamente intensiva en mano de obra y con una estructura que abarca desde la cosecha de la hoja verde hasta su molienda fina y fraccionamiento, tras un estacionamiento que puede durar entre 6 y 24 meses. En el frente externo, los datos son contundentes: entre enero y septiembre se exportaron 39.483 toneladas, un nuevo máximo histórico para ese período. Aunque la caída de precios internacionales impide alcanzar un récord en valor —US$78,6 millones en lo que va de 2025—, el aumento del 23,3% en volumen confirma una demanda internacional sólida en mercados tradicionales y emergentes. Siria continúa siendo el principal destino de la yerba argentina, con el 64% del total exportado, seguida por Chile (13%) y España (6%), según datos del INDEC. En total, el producto llega a 50 países, entre ellos China, Estados Unidos, Israel, Australia, México y Corea del Sur. En cuanto al formato de exportación, el 57% del valor corresponde a yerba mate en bolsas de 50 kilos, mientras que el 29% se comercializa en paquetes orientados al consumo minorista, con los envases de 250 gramos como los de mayor participación. La expansión global del producto se vincula a la creciente demanda de bebidas funcionales y naturales, especialmente en mercados de alto poder adquisitivo como la Unión Europea. Allí, las importaciones de yerba mate se multiplicaron por cuatro desde el año 2000. España, Alemania y Países Bajos lideran las compras en volumen, mientras que Irlanda ocupa el primer lugar en términos de valor. Expertos del sector remarcan que el consumidor europeo valora atributos como el origen natural, el aporte energético y los beneficios antioxidantes de la yerba mate. En ese marco, adultos mayores y jóvenes se consolidan como los principales segmentos consumidores. No obstante, persisten desafíos. En Misiones, productores expresan preocupación por el decreto 812/2025, que limita las facultades del INYM e impide establecer precios de referencia. Según advierte el informe de la BCR, los valores de mercado actuales “no estarían cubriendo los costos mínimos de producción”, lo que genera inquietud en la base primaria del sector. El debate sobre la competitividad internacional también incorpora la necesidad de comunicar atributos diferenciales, garantizar sostenibilidad y adaptarse a los estándares culturales y comerciales de los principales mercados de destino. Para la cadena yerbatera argentina, la oportunidad global es real, pero requiere coordinación, inversión y una estrategia que articule a todos los actores. www.tapadeldia.com Opinión pública: La yerba mate argentina enfrenta un momento determinante. La proyección internacional ofrece una ventana histórica, pero sin un esquema que asegure condiciones mínimas para los productores, el crecimiento podría volverse desigual. El equilibrio entre competitividad externa y sustentabilidad interna parece ser hoy la demanda más clara de la sociedad y del propio sector. TAPA DEL DÍA — www.tapadeldia.com