El horizonte del mercado inmobiliario argentino para 2026 muestra un panorama alentador tras la reactivación de los créditos hipotecarios UVA. Según datos de la Fundación Tejido Urbano, hasta octubre ya se entregaron más de 35.000 préstamos en todo el país, consolidando la recuperación iniciada hace 18 meses. Tras un año electoral en el que la oferta de financiamiento se desaceleró, las expectativas vuelven a ser positivas. Sin embargo, persisten señales de alerta: varios bancos privados incrementaron sus tasas más de ocho veces desde mayo de 2024, alcanzando valores cercanos al 15% en entidades como Galicia, Santander y Macro. En contraste, el Banco Nación, que recibe unas 5.000 solicitudes mensuales, mantiene la tasa más baja del mercado, con 6% para clientes y 12% para no clientes. Germán Gómez Picasso, de Reporte Inmobiliario, sostuvo: “Las subas de tasas de los últimos meses no lograron que la demanda baje. Se solicitan créditos, sobre todo en la banca oficial, que mantuvo tasas más bajas en general.” Hacia la normalización de las tasas El comportamiento de las tasas refleja la búsqueda de equilibrio en un mercado históricamente sensible a los cambios macroeconómicos. Federico González Rouco, economista de Empiria Consultores, explicó que “tras las elecciones, se descomprimen las tasas, bajó el riesgo país y empezó a haber un poco más de certidumbre. Ahora empieza la reacción a eso también. Las tasas deberían bajar, aunque seguirán por encima del 6%.” El ajuste más visible fue el del Banco Nación, que subió su tasa del 4,5% al 6%. Según González Rouco, esta suba es una señal de sostenibilidad en un contexto económico más inestable, y proyecta que la tasa de largo plazo podría ubicarse entre 7% y 8%, siempre que se consoliden los niveles actuales de estabilidad. Liquidez y estructura financiera Marta Liotto, presidenta del Colegio Profesional Inmobiliario porteño, advirtió que la clave para que 2026 sea un año superador es contar con líneas de crédito hipotecario de largo plazo, entre 15 y 30 años, y tasas más bajas que las actuales. “La incertidumbre sigue siendo el principal freno para las familias. Sin estabilidad política y económica, cumplir el sueño de la vivienda propia seguirá siendo muy difícil”, agregó. Liotto también destacó la importancia de acelerar las escrituras. “El Banco Nación trabaja para que las escrituras salgan más rápido y, si eso ocurre, otros bancos se sumarán. Lo que necesitamos es disponibilidad real de crédito y tasas que bajen de manera gradual.” Perspectivas de precios, sueldos y demanda Juan Manuel Tapiola, CEO de Spazios, consideró que la tendencia hacia tasas más bajas es firme, aunque aún incipiente. “A medida que haya más liquidez en el mercado, las tasas van a empezar a bajar y probablemente converjan con las de la banca pública. Esperamos que suban los precios y la demanda se incremente junto con los sueldos”, explicó. Gómez Picasso coincidió: “El año termina con números únicos. La demanda actuó muy bien durante 2025 y las perspectivas para 2026 parecen ser muy buenas. Están dadas todas las condiciones para que el crédito vuelva a ser central en el crecimiento del sector.” En la provincia de Buenos Aires, octubre fue el mejor mes desde 2000 con más de 15.000 compraventas, lo que refleja un mercado con más oferta y diversidad de opciones. Según Liotto, esto demuestra que la actividad se consolida y que, con tasas graduales a la baja, el crédito hipotecario podría convertirse nuevamente en motor estructural del mercado. TAPA DEL DÍA