Una guerra fría, pero cada vez menos silenciosa, sacude los pasillos del primer piso de la Casa Rosada. Allí, sin horario fijo, Karina Milei y Santiago Caputo mantienen reuniones secretas que pasaron de la estrategia electoral a las acusaciones cruzadas, con momentos de máxima tensión. En más de una ocasión, terminaron a los gritos. TAPA DEL DÍA El último episodio fue revelador: una carpeta con supuestas pruebas de que Caputo habría colaborado con la campaña de Amalia Granata en Santa Fe, desoyendo el armado de Karina. Aunque Caputo negó todo, la desconfianza quedó instalada. El trasfondo: una elección clave donde los libertarios quedaron terceros y, si se hubieran unido, podrían haber ganado. Pero el escándalo estalló con otra bomba: denuncias desde delegaciones del PAMI por presuntos pedidos de aportes del 10% de los sueldos a empleados para financiar actividades partidarias. En Junín, la pelea se dio entre una influencer cercana a Caputo y un delegado alineado con Karina. El caso fue tan grave que derivó en un comunicado oficial y la intervención del Presidente, quien odia meterse en la “rosca”. Sin embargo, lo hizo. **TAPA DEL DÍA** El conflicto se da en un contexto explosivo: la campaña porteña avanza sin definiciones claras y con encuestas congeladas. Caputo ya decidió intensificar el discurso en la recta final: “Si no querés que gane Santoro, votame a mí”, anticipa el equipo de Manuel Adorni. Internamente, en el oficialismo dan por posible una victoria del candidato kirchnerista. Aunque lo disfrazan de estrategia, nadie quiere perder esa elección. Mientras tanto, la relación con Mauricio Macri suma capítulos confusos: Caputo llegó a último momento a la cena de la Fundación Libertad para sentarse junto al expresidente, protagonizando una escena de sonrisas que nadie creyó sincera. ¿Habrá reencuentro político? Nada se definirá antes del 18 de mayo. En paralelo, el Gobierno juega su carta en el Senado con la Ley de Ficha Limpia. Aunque tiene fecha para tratarse, hay movimientos detrás de escena para modificarla y dilatar su sanción definitiva. Si el proyecto vuelve a Diputados, se votará después de las elecciones. La gran incógnita: ¿quieren bloquear la candidatura nacional de Cristina Kirchner? Lo cierto es que la tensión entre Karina y Caputo ya no puede ocultarse. Son las dos almas del poder libertario, enfrentadas en una interna sin testigos pero con efectos visibles. Y como toda batalla en el vértice del poder, no termina en paz. Solo se suspende, hasta el próximo estallido.