La tensión en el Hospital de Pediatría Juan P. Garrahan sigue en aumento. Luego de semanas de protestas, 14 paros acumulados en menos de un año y un creciente deterioro de las condiciones laborales, el Gobierno Nacional anunció un incremento salarial para los médicos residentes que elevaría sus ingresos a cerca de $1.300.000 mensuales. Sin embargo, la Asamblea de Residentes denuncia que aún no han recibido una propuesta formal y convocan para este lunes a las 18 a una movilización en el Obelisco. “Estamos reclamando hace más de un año por un sueldo justo”, fue la frase que sintetizó el malestar de los profesionales en formación que sostienen la atención diaria del hospital pediátrico más importante de América Latina. Los residentes de primer año denuncian salarios de apenas $797.061 por jornadas de hasta 70 horas semanales, con múltiples guardias de 24 horas. Equivale a unos $2.800 por hora. La situación, según alertaron jefes de servicio, amenaza con vaciar áreas críticas del hospital ante la fuga de talentos formados internamente y la imposibilidad de reemplazarlos en tiempo y forma. “Si no hay condiciones dignas para formarse, no habrá profesionales capaces de sostener el sistema de salud en los próximos años”, advirtieron. El conflicto escaló cuando el Ministerio de Capital Humano dictó una conciliación obligatoria que fue desconocida por los residentes, quienes de todos modos marcharon hacia la sede de la cartera sanitaria. La presión social se trasladó a las redes, mientras el oficialismo acusaba a los manifestantes de responder a una supuesta “militancia rentada”. En ese contexto, el Hospital Garrahan difundió un comunicado oficial el domingo por la noche anunciando el incremento salarial. Según el texto, el aumento no fue resultado de las protestas sino de una “planificación presupuestaria”. Además, se anunció la implementación de un sistema biométrico que permitirá despedir a quienes no registren asistencia. No obstante, los residentes cuestionaron la legitimidad del anuncio al asegurar que nunca recibieron una notificación formal del Ministerio de Salud, organismo del cual dependen los fondos salariales. Las cifras anunciadas incluyen un bono que el hospital solventaría con “ahorro en gastos superfluos”, según fuentes oficiales. El ministro Mario Lugones respaldó la medida desde su cuenta de X y acusó a sectores administrativos de “no comunicar internamente” el anuncio, mientras otras voces del arco político –como Elisa Carrió, Graciela Ocaña y Margarita Stolbizer– denunciaron el abandono del hospital y reclamaron transparencia en el manejo de los recursos humanos. Para los residentes, el problema es estructural: no hay garantías de continuidad para los profesionales formados, las guardias están saturadas, y la ausencia de diálogo real con el Gobierno agrava el panorama. En paralelo, señalaron que este lunes esperaban una respuesta concreta a su reclamo de recomposición salarial y condiciones laborales dignas. Más allá de los anuncios, la Asamblea de Residentes reiteró que seguirá con las medidas de fuerza y confirmó la actividad de esta tarde en defensa del Garrahan: una vigilia con velas frente al Obelisco, símbolo de resistencia y visibilización de la lucha médica en el país. TAPA DEL DÍA continuará informando sobre este conflicto que pone en jaque a uno de los pilares del sistema hospitalario argentino.