Triple crimen en Tres Arroyos: mató a su pareja, a sus dos hijos y se suicidó en la ruta Por Redacción de TAPA DEL DÍA Hasta las 10:00 de la mañana de este miércoles, Rocío Villarreal, de 34 años, mantenía contacto con su familia. Su hijo mayor había asistido a la escuela y no había señales de alarma. Pero lo que sucedería horas más tarde superó cualquier límite imaginable: Rocío fue hallada asesinada con un arma blanca en su domicilio de Tres Arroyos. El principal sospechoso: su pareja y padre de los dos hijos, Fernando Dellarciprete. El caso se tornó aún más atroz al mediodía, cuando personal policial encontró una escena dantesca en la Ruta 228, a la altura del kilómetro 69, en las cercanías de San Cayetano. A la vera del camino, el cuerpo sin vida de Dellarciprete y, dentro de un zanjón paralelo, los cuerpos de sus hijos de 3 y 10 años. Según los primeros indicios, el hombre se habría arrojado deliberadamente bajo un camión Mercedes Benz. El hallazgo de los niños precedió al de su madre. La policía, que inicialmente investigaba un presunto siniestro vial, dio intervención a la fiscalía de Necochea. Luego, la causa fue derivada a la UFI N°6 de Tres Arroyos, en el departamento judicial de Bahía Blanca, bajo la órbita de la fiscal Natalia Ramos. Fuentes del caso confirmaron que, antes de quitarse la vida, Dellarciprete habría intentado quitarse la vida estrellando su vehículo, un Renault Duster blanco. Al no conseguirlo, ingresó a un campo cercano, donde pidió agua y un arma a los vecinos. Ante la negativa, tomó la determinación de suicidarse. Mientras tanto, en Tres Arroyos, los familiares de Rocío llegaban a su domicilio en la calle Larrea al 100. Al ingresar, la escena era desgarradora: Rocío yacía sin vida, con heridas de arma blanca. Eran las 17 horas. Este miércoles, personal de Policía Científica trabajó intensamente en las dos escenas del crimen. Se incautaron dispositivos electrónicos y cámaras de seguridad que podrían ser claves para reconstruir el itinerario del asesino. Tanto los cuerpos de los niños como el de Rocío y Dellarciprete fueron trasladados a la morgue judicial. El espanto se expande más allá de Tres Arroyos y San Cayetano. La noticia provocó una conmoción profunda en toda la región y la sociedad argentina, que asiste, otra vez, a un caso de violencia extrema que podría haberse evitado. Desde TAPA DEL DÍA, seguiremos de cerca los avances de esta investigación. Opinión pública razonada Este crimen plantea, una vez más, la urgencia de repensar los mecanismos de protección para mujeres y niños en contextos de violencia familiar. El Estado, la Justicia y la sociedad deben preguntarse cuántos indicios más deben ignorarse antes de actuar. Porque detrás de cada femicidio y filicidio, hay señales. Y detrás de cada señal no atendida, una tragedia anunciada. Redacción de TAPA DEL DÍA