Milei ya se impone en la elección mientras la grieta entre Máximo y Kicillof profundiza la crisis del peronismo El Partido Justicialista nacional convocó a una reunión en homenaje a los fusilados en José León Suárez hace 69 años, pero el verdadero motivo fue la tensión interna tras la inminente definición de la Corte Suprema en el caso Vialidad. La cumbre peronista, comandada por Cristina Kirchner, evidenció la fractura entre los sectores alineados con Máximo Kirchner y la gestión de Axel Kicillof en la provincia de Buenos Aires. Mariel Fernández, intendenta de Moreno y referente cercana a Máximo Kirchner, intentó convocar a Kicillof al acto oficial del PJ, pero la respuesta inicial fue un rotundo rechazo, evidenciando la distancia política existente. Sólo tras la confirmación del fallo condenatorio contra Cristina Kirchner, el gobernador bonaerense decidió sumarse junto a una treintena de intendentes, marcando un reencuentro tenso y forzado con el cristinismo más duro. El fallo que ordenó prisión para Cristina Kirchner intensificó la agitación política y social: cortes de rutas, protestas y episodios de violencia marcaron la jornada. Dentro del Partido Justicialista, la unidad es un objetivo cada vez más esquivo. El gobernador Kicillof enfrentó la resistencia de La Cámpora para siquiera acceder a la sede del PJ, y la conversación con la ex presidenta reflejó la urgencia de mantener la coalición, aunque las disputas internas amenazan con desbordar. Al mismo tiempo, la candidatura y figura de Javier Milei aparece fortalecida, capitalizando el desgaste del peronismo y la controversia judicial. Mientras el oficialismo y la oposición se debaten en torno a la cuestión de la corrupción y la estrategia electoral, el discurso de Milei se posiciona como la principal narrativa para el electorado, dejando en segundo plano la gestión y propuestas concretas. La tensión en el peronismo se refleja también en la política provincial, con debates sobre la unificación o desdoblamiento de las elecciones y la integración de sectores políticos heterogéneos, incluyendo el acercamiento a figuras trotskistas. El futuro político del espacio se vislumbra complejo, marcado por desafíos de liderazgo y definición estratégica. Opinión pública La condena a Cristina Kirchner y la evidente fractura interna del peronismo parecen abrirle un camino despejado a Javier Milei, cuya presencia política crece sin mayores obstáculos en el escenario nacional. La polarización entre Máximo y Kicillof, lejos de fortalecer la oposición, profundiza la crisis interna, lo que puede resultar decisivo para el próximo proceso electoral. En este contexto, la capacidad de cohesión del peronismo será determinante para contener el avance de fuerzas emergentes. Sin embargo, el escenario actual muestra que las internas y las disputas personales priman sobre una estrategia unificada, dejando a la sociedad expectante y a la deriva. Redacción del Diario Tapa Del Día