Un gesto tan habitual como pulsar “Cancelar suscripción” al pie de un correo publicitario puede convertirse en un atajo directo para que ciberdelincuentes verifiquen direcciones activas, instalen malware o recopilen información sensible. Así lo advirtió un grupo de especialistas en ciberseguridad, que insisten en la importancia de adoptar prácticas de navegación y gestión de correos más seguras. La promesa de una bandeja de entrada libre de promociones o spam suele tentar a usuarios de todo nivel. Sin embargo, datos de DNSFilter muestran que uno de cada 644 clics en enlaces de “darse de baja” termina en sitios potencialmente maliciosos. Esta estadística, aunque parezca baja, refleja la magnitud del problema si se multiplica por millones de usuarios a diario. Michael Bargury, cofundador de Zenity, explicó que este mecanismo sirve a los atacantes para confirmar que la dirección pertenece a una persona real y, en consecuencia, para perfilarla como objetivo de estafas cada vez más sofisticadas. Charles Henderson, de la firma Coalfire, profundizó: “Cada interacción deja huellas. Saber que la cuenta está activa permite al atacante planificar extorsiones o robos de información”. Uno de los fraudes más comunes es la creación de páginas web falsas, idénticas a sitios legítimos, donde se solicita al usuario introducir contraseñas u otros datos bajo la excusa de finalizar la cancelación. Expertos recomiendan no confiar en ningún sitio que pida credenciales para “borrar” la suscripción: ninguna empresa seria necesita esa información para excluir a un usuario de una lista de correos. Frente a este riesgo, los especialistas recomiendan usar herramientas integradas en los propios proveedores de correo. Gmail, por ejemplo, muestra un botón de “Darse de baja” seguro, gestionado dentro del sistema y sin redirigir a páginas externas. Si esta opción no aparece o el remitente resulta dudoso, lo ideal es marcar el mensaje como spam para que el filtro lo bloquee en el futuro. Configurar reglas automáticas, usar direcciones de correo alternativas para registros en tiendas o promociones, y mantener actualizados los navegadores y sistemas operativos son medidas adicionales que refuerzan la protección. En definitiva, la verdadera solución no está en un clic apresurado sino en adoptar hábitos digitales responsables. Cancelar la suscripción de forma insegura puede significar abrir la puerta a amenazas que van mucho más allá de un correo molesto. Mantener la cautela y gestionar cada mensaje con sentido crítico es hoy más importante que nunca para resguardar la privacidad y la información personal. Diario Tapa Del Día