TAPA DEL D&Iacute;A Poco m&aacute;s de un mes despu&eacute;s de los ataques xen&oacute;fobos contra la comunidad musulmana en Torre Pacheco, Espa&ntilde;a enfrenta un nuevo foco de conflicto religioso y social. La aprobaci&oacute;n de un reglamento municipal en Jumilla, gobernada por PP y Vox, que limita la realizaci&oacute;n de actos religiosos en el pabell&oacute;n de deportes, ha sido interpretada como una medida velada contra la comunidad isl&aacute;mica. <p style="text-align: center;"> <p style="text-align: center;">Las persecuciones xen&oacute;fobas de Torre Pacheco son las m&aacute;s graves de las &uacute;ltimas d&eacute;cadasOlmo Blanco/Getty Images Este tipo de restricciones se enmarca en un contexto de creciente islamofobia en varias localidades espa&ntilde;olas, donde la comunidad musulmana enfrenta dificultades para obtener permisos para construir mezquitas o celebrar ceremonias religiosas como el Ramad&aacute;n. La nueva normativa del Ayuntamiento de Jumilla impide que estos actos se desarrollen en espacios cedidos por el municipio, generando pol&eacute;mica nacional. El Gobierno central, presidido por Pedro S&aacute;nchez, ha otorgado un plazo de un mes a la alcaldesa de Jumilla antes de recurrir judicialmente la medida por considerarla contraria al art&iacute;culo 16 de la Constituci&oacute;n, que garantiza la libertad ideol&oacute;gica, religiosa y de culto. La Iglesia Cat&oacute;lica tambi&eacute;n se manifest&oacute; en defensa de los derechos fundamentales de todas las confesiones, respaldando a la Comisi&oacute;n Isl&aacute;mica de Espa&ntilde;a y condenando la discriminaci&oacute;n. <p style="text-align: center;"> <p style="text-align: center;">Anuncio de Vox. Fuente: X La controversia ha desatado fuertes reacciones pol&iacute;ticas. Vox cuestion&oacute; duramente la postura de la Iglesia, mientras que expertos y organizaciones de derechos humanos advierten que la islamofobia es el fen&oacute;meno discriminatorio que m&aacute;s crece en Espa&ntilde;a, potenciando tensiones sociales y pol&iacute;ticas. Seg&uacute;n Luca Gervasoni, director de la ONG Novact, la ra&iacute;z de este fen&oacute;meno combina factores hist&oacute;ricos &mdash;como la memoria de la Reconquista&mdash; con el auge de movimientos ultraderechistas que normalizan discursos xen&oacute;fobos. &quot;La conflictividad actual no responde a problemas de convivencia, sino al ascenso pol&iacute;tico de fuerzas que han trasladado la islamofobia al debate p&uacute;blico&quot;, sostiene. Los datos oficiales muestran adem&aacute;s que la criminalidad de los inmigrantes no supera la proporci&oacute;n de delitos esperada seg&uacute;n el aumento poblacional, desmintiendo los argumentos de la ultraderecha que buscan criminalizar a la comunidad musulmana como chivo expiatorio de problemas sociales m&aacute;s amplios. Con una poblaci&oacute;n extranjera que ya representa un 18% del total en Espa&ntilde;a, los expertos coinciden en que la islamofobia no solo amenaza la integraci&oacute;n social, sino que tambi&eacute;n redefine el panorama pol&iacute;tico del pa&iacute;s, convirti&eacute;ndose en un nuevo campo de batalla que enfrenta al Gobierno, a los movimientos ultraconservadores y a la sociedad civil. Opini&oacute;n p&uacute;blica: la controversia sobre la normativa en Jumilla ha encendido un debate que trasciende la pol&iacute;tica local. Ciudadanos, expertos y l&iacute;deres religiosos coinciden en que la creciente discriminaci&oacute;n religiosa puede erosionar la cohesi&oacute;n social, mientras los partidos de ultraderecha buscan capitalizar el descontento de sectores vulnerables. TAPA DEL D&Iacute;A