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Rodrigo Paz sorprende en Bolivia y enfrentará a Jorge Quiroga en histórica segunda vuelta

El centrista, hijo de un expresidente, pasó de un 9 % en las encuestas a liderar los comicios con el 31,6 % de los votos. El exmandatario de derecha Jorge “Tuto” Quiroga será su rival en el balotaje del 19 de octubre, mientras el llamado al voto nulo de Evo Morales quedó tercero.

  • 18/08/2025 • 07:49

TAPA DEL DÍA - Las elecciones presidenciales de Bolivia de este domingo dejaron un resultado inesperado que cambia el panorama político del país andino. Rodrigo Paz, centrista y exalcalde de Tarija, se impuso con el 31,6 % de los votos según el conteo rápido del Sirepre, asegurando su lugar en el balotaje frente al expresidente de derecha Jorge “Tuto” Quiroga, quien logró el 27,1 % del apoyo electoral.

En su discurso de victoria en El Prado, Paz enfatizó la necesidad de “reconstruir la Patria” y de que la economía beneficie a la gente, no solo al Estado. Su mensaje combinó críticas al “Estado tranca” que obstaculiza la actividad privada y referencias religiosas: “El pueblo unido no será vencido si Dios está con ese pueblo. Hagámosle caso a Dios que nos está pidiendo que cuidemos a Bolivia”.

El centrista, del Partido Demócrata Cristiano e hijo del expresidente Jaime Paz Zamora (1989-1993), capitalizó los votos de Jaime Dunn, un economista liberal que fue inhabilitado por deudas con el Estado. Curiosamente, Paz nació en España durante el exilio de su padre, y su campaña se destacó por ser austera, en contraste con los grandes gastos en redes sociales de sus rivales.

Otro hecho destacado fue la derrota del empresario Samuel Doria Medina, de Unidad Nacional, quien quedó cuarto con el 19,5 % de los votos y reconoció su derrota públicamente, brindando su apoyo a Paz. Este resultado contradijo las encuestas previas que lo daban como favorito para la segunda vuelta junto a Quiroga.

El balotaje, previsto para el 19 de octubre, marcará un hito en Bolivia: por primera vez desde la Constitución de 2009, la segunda vuelta se aplicará en un escenario donde el Movimiento al Socialismo (MAS) de Evo Morales no lidera. El voto nulo que Morales promovió alcanzó el 18,93 %, demostrando que existe un sector de la población que aún lo respalda, pero insuficiente para mantener la hegemonía del oficialismo.

El clima electoral fue en general pacífico, salvo por incidentes aislados en el Trópico de Cochabamba, bastión de Morales, donde se registraron enfrentamientos entre seguidores de Andrónico Rodríguez y Morales, e incluso un artefacto explosivo de bajo alcance en el municipio de Entre Ríos. En otras regiones, la jornada se desarrolló con normalidad, bajo estrictas medidas del Tribunal Supremo Electoral, que incluyeron la paralización del transporte para evitar presiones o fraudes y la supervisión de papeletas en cada mesa de votación.

La población manifestó su hartazgo hacia el modelo del MAS, reflejado en incidentes con votantes y el candidato oficialista Eduardo del Castillo. Ciudadanos como Graciela Mamani y Julio César Sosa resaltaron la crisis económica y la falta de estabilidad como motivos para un cambio político: “Hoy se acabó este modelo”, afirmaron.

El resultado abre un escenario de centroderecha en Bolivia, con Paz y Quiroga planteando ajustes fiscales, apertura a inversiones extranjeras y cierre de empresas estatales deficitarias, mientras se espera que el país modifique su alineamiento frente a gobiernos autoritarios en la región.

La jornada electoral marca un antes y un después en la historia reciente de Bolivia, con un Congreso fragmentado y la certeza de que los próximos dos meses serán decisivos para consolidar una victoria que podría redefinir el rumbo económico y político del país.

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