TAPA DEL D&Iacute;A En el coraz&oacute;n de Longchamps, el Hogar El Alba cumple 100 a&ntilde;os protegiendo y restituyendo los derechos de ni&ntilde;os y adolescentes cuyas infancias fueron interrumpidas por violencia, maltrato, abuso o abandono. Este domingo, en el marco del D&iacute;a del Ni&ntilde;o, los chicos que viven all&iacute; compartieron sus sue&ntilde;os, sus deseos y su mirada sobre los adultos y la educaci&oacute;n. Actualmente, 38 ni&ntilde;os y adolescentes de entre 3 y 18 a&ntilde;os conviven en el hogar, donde reciben contenci&oacute;n, educaci&oacute;n y la oportunidad de vivir una infancia que antes les fue negada. &quot;Para muchos de ellos, el hogar es el primer lugar seguro que tienen. Aunque disfrutan de la rutina y de los espacios recreativos, todos necesitan a alguien a quien llamar mam&aacute; y pap&aacute;&quot;, explica Milagros Malara, psicopedagoga del Hogar El Alba. <p style="text-align: center;"> <p style="text-align: center;">El Hogar El Alba, ubicado en Longchamps, cumpli&oacute; 100 a&ntilde;os brindando contenci&oacute;n y protecci&oacute;n a ni&ntilde;os y adolescentes con derechos vulnerados. El predio de 48 hect&aacute;reas cuenta con plaza de juegos, gimnasio, biblioteca y zonas de esparcimiento. Los chicos asisten a escuelas cercanas, practican deportes y participan de actividades recreativas y de lectura. Muchos valoran la educaci&oacute;n como un camino para cambiar su futuro: &quot;Estudiar me parece importante para tener un futuro en la vida&quot;, asegura Juana, de 12 a&ntilde;os, mientras otros ya piensan en profesiones que les permitan ayudar a otros ni&ntilde;os en situaciones similares. Las historias de los ni&ntilde;os revelan la complejidad de su espera. Aunque algunos est&aacute;n en proceso de revinculaci&oacute;n familiar, otros siguen aguardando la oportunidad de ser adoptados. Paula, de 15 a&ntilde;os, expresa su deseo de adoptar en el futuro, consciente de que muchos chicos a&uacute;n esperan una familia. Las estad&iacute;sticas reflejan la dificultad: de m&aacute;s de 2.200 familias registradas, solo un peque&ntilde;o porcentaje est&aacute; disponible para adolescentes o grupos de hermanos. &quot;Quiero tener una familia&quot;, repiten con frecuencia los chicos de El Alba. Sus deseos para todos los ni&ntilde;os del pa&iacute;s son simples pero profundos: comida, abrigo, educaci&oacute;n y, sobre todo, cari&ntilde;o. &quot;Mi deseo es que todos los ni&ntilde;os sean felices y que puedan tener a su familia presente; que los cuiden&quot;, dice Juana, sintetizando la esperanza que cada ni&ntilde;o mantiene pese a las adversidades. El Hogar El Alba, fundado en 1925 por William Case Morris, se mantiene gracias a donaciones de particulares, empresas e instituciones. Cada contribuci&oacute;n, permanente o eventual, permite que estos ni&ntilde;os contin&uacute;en recuperando su infancia y manteniendo la esperanza de un futuro con una familia que los elija. <p style="text-align: center;"> <p style="text-align: center;">El hogar se sostiene con aportes y donaciones de particulares, empresas e iglesias. TAPA DEL D&Iacute;A