Economía

El Gobierno lanza bonos atados al dólar para sumar reservas y evitar el castigo del FMI

A semanas de la primera revisión con el FMI, el equipo económico apura una jugada clave: emitir deuda peso-linked para tentar a fondos extranjeros y cubrir el bache de reservas. Se negocia además un millonario préstamo con bancos. TAPA DEL DÍA.

  • 15/05/2025 • 08:28

TAPA DEL DÍA: El Gobierno lanza una estrategia doble para acumular reservas y calmar al FMI

Con la mira puesta en la revisión de junio con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Gobierno acelera su estrategia financiera para fortalecer las reservas del Banco Central. A menos de un mes de esa fecha clave, el Ejecutivo planea emitir un bono "peso-linked", una herramienta que busca captar dólares de inversores extranjeros sin subir las tasas en pesos.

Este instrumento permitiría obtener financiamiento en dólares a cambio de una tasa en moneda local, ya que el bono se suscribe en dólares pero se paga en pesos al tipo de cambio vigente en el vencimiento. La iniciativa, impulsada por el equipo económico liderado por Federico Furiase y Felipe Núñez, apunta a mostrar señales de compromiso con las metas pactadas con el FMI. TAPA DEL DÍA.

Además, el Gobierno avanza en una negociación con bancos privados para cerrar un préstamo (repo) por US$2000 millones. Si se concreta, y con el reciente desembolso de US$500 millones del BID, las necesidades netas de acumulación de reservas bajan a menos de US$2500 millones, según estimaciones de la consultora Outlier.

El BCRA, por su parte, mantiene su política de no intervenir en el mercado cambiario salvo que el dólar oficial toque el piso de la banda. Mientras tanto, las reservas internacionales cayeron US$641 millones desde su pico a fines de abril.

¿Qué gana el Gobierno con un bono peso-linked?

La emisión de este tipo de instrumento busca:

  • Captar dólares frescos para depositarlos o venderlos al BCRA y así mejorar el nivel de reservas.
  • Evitar un alza de tasas en pesos, que complicaría aún más el crédito interno.
  • Presionar a la baja el tipo de cambio oficial, con efecto contractivo sobre la inflación.

Según Max Capital, los fondos internacionales estarían interesados en estos bonos ya que permiten ingresar al "carry trade" sin esperar los 180 días exigidos para inversiones en pesos.

Los riesgos detrás de la jugada

No todo es positivo. Algunos analistas advirtieron que esta estrategia recuerda a las maniobras de 2016-2017 con las Lebac, que terminaron generando presión sobre el tipo de cambio real y un desarme traumático de posiciones.

Desde Outlier alertaron que, si al vencimiento del bono no mejora la situación macro, podría desatarse una fuerte demanda de dólares que pondría en jaque la estabilidad cambiaria.

Por ahora, se estima una primera colocación de US$1000 millones, con posibilidad de ampliar según la recepción del mercado. En el mejor de los escenarios, el Gobierno lograría sumar hasta US$2000 millones provenientes de hedgefunds, lo que podría marcar un punto de inflexión antes del encuentro con el FMI. TAPA DEL DÍA.