Macri se mueve en silencio: negocia con Monzó y baraja un armado alternativo al acuerdo con Milei en Provincia Las demoras en la definición del acuerdo electoral entre La Libertad Avanza (LLA) y el PRO encendieron las alarmas en el entorno de Mauricio Macri. De cara a las elecciones bonaerenses del 7 de septiembre, el expresidente ya se mueve para evitar que el partido que fundó pierda peso en el principal distrito electoral del país. En los últimos días, Macri mantuvo una reunión clave con Emilio Monzó, diputado nacional y viejo armador de la coalición opositora. Según pudo saber TAPA DEL DÍA, el encuentro giró en torno a una premisa estratégica: con la boleta única, el control electoral pasa a manos de los intendentes. “Al desenganchar la elección nacional de la provincial, Milei, Macri y CFK pierden la lapicera”, afirmaron desde el entorno de Monzó. Es decir, la lógica verticalista de armado cede lugar a un esquema en el que el poder territorial cobra más relevancia. Esta mirada coincide con la de muchos jefes comunales del PRO, que no ven con buenos ojos el rumbo que propone LLA. Pese a las promesas libertarias de respetar la prioridad de los intendentes en las listas legislativas, en la práctica no hubo avances sustantivos en la mayoría de los municipios. Las negociaciones solo prosperaron en cuatro distritos: Mar del Plata, Zárate, Pinamar y Arrecifes. “El objetivo es un gran frente contra el kirchnerismo, pero no a cualquier precio”, sostuvo ante este medio un intendente que impulsó inicialmente un acuerdo con LLA pero que hoy se muestra escéptico. El núcleo duro del PRO exige que se respete su control en los 13 municipios que gobiernan, sobre un total de 135. Desde el partido remarcan que “no hay voluntad real de acuerdo por parte de LLA” y cuestionan que los libertarios “piden mucho sin negociar entre pares”. Frente a este escenario, crece la posibilidad de que el PRO arme por fuera, junto con sectores dispersos de Juntos por el Cambio. Monzó, Stolbizer, Randazzo, Manes, y hasta parte del PJ no kirchnerista, son parte de una eventual mesa de reconstrucción cambiemita. “Es preferible eso a pintarse de violeta y perder identidad territorial”, sostienen. “La elección se juega en 8 secciones, y ahí mandan los intendentes”, explicó un armador. En especial en el interior bonaerense, donde el PRO y la UCR conservan poder real, consideran que pueden ganarle a LLA y aprovechar la interna que atraviesa el peronismo provincial. Por ahora, no hay una reunión formal del PRO prevista, pero hay consultas permanentes entre intendentes y armadores. “Si no respetan la lapicera local, vamos separados”, advirtió un jefe comunal del interior. Redacción del Diario Tapa Del Día Opinión: La decisión de Macri de activar un plan alternativo en territorio bonaerense es más que una jugada política: es un reconocimiento del nuevo orden electoral que impone la boleta única. En ese marco, el PRO se ve obligado a dejar de depender de acuerdos nacionales y recuperar poder desde abajo. Si LLA no entiende esa lógica territorial, corre el riesgo de perder en la única provincia que puede inclinar la balanza electoral.