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Juan murió de frío en Mendoza sin abandonar a su perro: la historia de una lucha por dignidad y compañía fiel

En el microcentro mendocino, Juan Carlos Leiva vivió sus últimos días resistiendo el frío junto a su perro Sultán, su único acompañante. Vecinos y voluntarios intentaron ayudarlo, pero la falta de recursos y la exclusión social terminaron en una tragedia que conmueve y exige reflexión.

  • 01/07/2025 • 08:40

Juan murió de frío en Mendoza sin abandonar a su perro: la historia de una lucha por dignidad y compañía fiel

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En el microcentro mendocino, Juan Carlos Leiva vivió sus últimos días resistiendo el frío junto a su perro Sultán, su único acompañante. Vecinos y voluntarios intentaron ayudarlo, pero la falta de recursos y la exclusión social terminaron en una tragedia que conmueve y exige reflexión.

Juan Carlos Leiva, de 51 años, falleció en la fría Mendoza después de días resistiendo la intemperie en las veredas del microcentro. Conocido por vecinos que intentaron tenderle una mano, Juan nunca abandonó a su perro Sultán, su inseparable compañero que fue la razón por la que evitó refugios y hospitales.

María del Carmen Navarro ayudó a Juan, quien estaba en situación de calle y murió en Mendoza. Cumplió su promesa y consiguió una familia para su perro, Sultán. Sultán, mientras pasó unos días en casa de María

Durante semanas, María del Carmen Navarro, una vecina que lo veía cada día, luchó para que recibiera atención médica. “Le prometí cuidar a su perro para que él pudiera ir al hospital. Pero su amor por Sultán fue más fuerte que su miedo o su dolor”, relató conmovida.

Juan dormía en la entrada de un edificio en calle Perú, protegido apenas por un pequeño techo, mientras enfrentaba las bajas temperaturas con ropa insuficiente. El frío caló en sus manos y pies, y pese a la ayuda de quienes lo rodeaban, su salud empeoraba.

Finalmente, el 28 de mayo aceptó ser trasladado al Hospital Central, donde permaneció internado en terapia intensiva. Sin embargo, la ausencia de familiares y la dificultad para acceder a información sobre su estado complicaron la situación. Tras un traslado al Hospital Scaravelli de Tunuyán, Juan falleció el 4 de junio, solo, lejos del microcentro que fue su hogar.

María no solo cumplió su promesa de cuidar a Sultán, sino que también se encargó de encontrarle un hogar. La familia dueña del kiosco donde Juan solía pasar sus días recibió al perro, brindándole ahora techo y cariño, la parte de alivio que pudo dar esta historia.

María del Carmen Navarro ayudó a Juan, quien estaba en situación de calle y murió en Mendoza. Cumplió su promesa y consiguió una familia para su perro, Sultán

La trágica muerte de Juan desnuda la realidad de quienes viven en situación de calle y las falencias del sistema para asistirlos, pero también revela un vínculo profundo y humano entre hombre y animal, que marcó hasta el último suspiro su lucha por la dignidad.

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Reflexión pública

Esta historia conmueve porque expone no solo la vulnerabilidad social sino también la resistencia humana frente a la adversidad. La fidelidad y amor entre Juan y Sultán subrayan la necesidad urgente de políticas públicas inclusivas que contemplen la realidad integral de las personas en situación de calle, así como el respeto a sus vínculos afectivos.