La tensión entre Estados Unidos y Brasil escaló este miércoles a niveles inéditos, tras el anuncio de Donald Trump sobre la imposición de un arancel del 50% a todos los productos importados desde el país sudamericano. El presidente estadounidense justificó la medida no solo con argumentos comerciales, sino también por la situación judicial del exmandatario Jair Bolsonaro, a quien calificó como víctima de una “vergüenza internacional”. El gobierno de Luiz Inacio Lula da Silva no tardó en reaccionar. En una publicación en su cuenta oficial en la red X, el mandatario brasileño calificó la decisión como una violación a los principios de reciprocidad y defendió la independencia del Poder Judicial de su país. “Brasil es un país soberano con instituciones independientes que no aceptarán ser controladas por nadie”, afirmó. Según detalló Trump en una carta dirigida personalmente a Lula, el nuevo arancel comenzará a regir a partir del 1° de agosto. En el mismo texto, el líder republicano criticó duramente el proceso judicial contra Bolsonaro, y lo enmarcó como una “caza de brujas” que debe terminar inmediatamente. El real brasileño sufrió una fuerte devaluación tras conocerse el anuncio. “Debido en parte a los ataques insidiosos de Brasil a las elecciones libres y a los derechos fundamentales de la libertad de expresión de los estadounidenses, cobraremos a Brasil un arancel del 50% sobre todos y cada uno de los productos enviados a Estados Unidos”, señaló Trump en la misiva, elevando el tono del conflicto bilateral. En respuesta, Lula publicó un extenso mensaje donde recalcó que “el proceso judicial contra quienes planearon el intento de golpe de Estado del 8 de enero es de exclusiva responsabilidad de la Justicia brasileña” y advirtió que cualquier medida comercial unilateral será respondida bajo la Ley de Reciprocidad Económica. La embajada estadounidense en Brasilia respaldó públicamente los cuestionamientos de Trump, lo que provocó que la cancillería brasileña convocara al encargado de negocios Gabriel Escobar para dar explicaciones. Este gesto diplomático dejó en claro el malestar del gobierno de Lula, que también reaccionó con un comunicado oficial desde el Palacio del Planalto. En paralelo, el expresidente Bolsonaro celebró las palabras de Trump y las consideró una muestra de apoyo a su figura política. “Recibí con mucha alegría la nota de Trump”, escribió en sus redes sociales, acusando a la Justicia de llevar adelante una “aberración jurídica” en su contra. Trump fue más allá y vinculó la política comercial con los alineamientos internacionales. En un mensaje reciente, advirtió que todos los países que apoyen las políticas del bloque de los Brics deberán afrontar un arancel adicional del 10%. “No habrá excepciones a esta política”, indicó. La carta enviada por Trump al presidente Lula contiene un tono inusualmente duro, con acusaciones que van más allá de lo estrictamente comercial. La presión sobre Brasil se produce justo después de la cumbre de los Brics en Río de Janeiro, lo que refuerza la lectura geopolítica de este conflicto. El cruce verbal y diplomático entre ambos líderes reconfigura las tensiones regionales y podría tener impacto en el comercio internacional, especialmente en países que mantienen lazos estratégicos tanto con Estados Unidos como con Brasil. TAPA DEL DÍA